El estrés sería el detonante de este rechinar de dientes...
El estrés sería el desencadenante de este rechinar de dientes intempestivo que se produce especialmente por la noche.
Esto va acompañado de una contracción constante de los músculos de la mandíbula que usamos para masticar.
¿Sabías que existe una solución efectiva ofrecida a la firma?
Gracias a la toxina botulínica podemos inyectar directamente en los músculos masticatorios, a nivel de la boca y mejillas. En tres o cuatro puntos de inyección, el truco está hecho. Una o dos inyecciones por año son suficientes.
Una vez que la inyección está bien controlada, el paciente no corre el riesgo de parálisis o problemas de masticación.
Después de una corta semana, el crujido nocturno, el dolor o el crujido de las mandíbulas se detienen en seco. Otro efecto beneficioso, los volúmenes de la cara inferior "suben", el óvalo se redibuja
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