En Francia, seis de cada diez procedimientos de medicina estética implican inyecciones de toxina botulínica. Con un crecimiento regular de 10 % por año, la técnica atrae a más y más mujeres, y...
Las personas menores de 35 años tienen el doble de probabilidades de inyectarse que las personas mayores de 55 años. Totalmente desinhibidos por este tema, estos pacientes muy informados hacen oídos sordos cuando sus detractores plantean el espectro de la “mirada congelada” o hipotéticos efectos secundarios a largo plazo.
Esta situación es posible porque hoy tenemos suficiente visión retrospectiva en términos de seguridad y los practicantes tienen un perfecto dominio de la técnica de inyección.
La pregunta a hacer; ¿A qué edad se debe iniciar la toxina botulínica?
Básicamente, cuando sientes la necesidad. Pero, de hecho, para retrasar la aparición de las arrugas, algunos pacientes no dudan en utilizar inyecciones para la prevención. El objetivo ya no es corregir las arrugas, sino evitar que se produzcan. Se trata entonces de suavizar las expresiones manteniendo una actividad muscular residual. Por otro lado, iniciar un tratamiento tarde es menos útil: solo será posible reducir las arrugas sin lograr que desaparezcan por completo.