La gestión de un rostro debe conjugar tres objetivos:
— Un efecto atractivo (Salud)
— Realce estético de cada rostro (Belleza)
— Respeto a la especificidad de cada rostro (personalidad)
— Respetar estos tres objetivos es la única manera de obtener un resultado natural.
Durante mucho tiempo, la cirugía estética del rostro solo se refería a los estándares, descuidando en la mayoría de los casos los volúmenes.
Así, el término "lifting" se ha vuelto peyorativo, luego se le critica por su falta de naturalidad, sus resultados estereotipados sin corregir el aspecto cansado del rostro.
La aplicación del lipofilling en la corrección del envejecimiento facial fue una auténtica revelación y en nuestra práctica supuso un vuelco en nuestra estrategia operativa.
Así, el lipofilling ocupa el lugar central, puede ser precedido por inyecciones de botox.