Los selfies se suceden y terminan todos con el mismo aspecto: la misma tez contorneada, la ceja casi cuadrada y el iluminador en lo alto del pómulo. ¿Es este el fin de la creatividad? ¿El comienzo de una armada de imitadores que tiene motivos para preocuparse por el futuro de la belleza?
Las redes sociales han influido fuertemente en los criterios de belleza, a riesgo de llevar a muchas mujeres a una era de estandarización de la belleza.
Los pómulos son una de las zonas del rostro sinónimo por excelencia de juventud. Las mujeres lo sueñan, alto, suave. Todavía especifico que no debe ser demasiado alto a riesgo de parecer falso...
Gracias al ácido tialurónico 1TP5 podemos actuar sobre los pómulos tonificando los tejidos de las mejillas -una zona muscular muy reactiva- y el óvalo.